lunes, 7 de junio de 2010

SIDDHARTA


Por: Lesbia María Pelaez Vivar

EL VALOR DE LA AMISTAD

INTRODUCCIÓN:

La amistad es un valor fundamental en la vida de un ser humano ya que siempre a necesitar compañía de otro ser para poder ser feliz y sentirse acompañado. La amistad tiene su raíz en el amor, en la posibilidad de establecer lazos afectivos y sentimentales: una unión que se establece por un encuentro en común, interés por algún objeto, situación, sentimiento o ideal.

DESARROLLO:

Todos tenemos amigos durante nuestra vida, algunos malos o buenos, pero todos son nuestros amigos, nuestra compañía. La amistad es un valor que se encuentra en todos lados, desde la amistad con nuestros padres hasta la amistad con la pareja.

Muchas veces confiamos nuestras intimidades y problemas a estas personas que para nosotros son nuestros confidentes. Siempre encontramos apoyo en los amigos ya que sabemos que ellos siempre van a estar a nuestro lado.

Siempre debemos de llevar la amistad con nosotros para poder ser un buen amigo en todos lados. Y así sembrar una buena amistad por todos lados. Debemos de tomar en cuenta que para tener una buena amistad debemos de recordar los siguientes valores: respeto, compresión, empatía y fidelidad.

Ninguna relación puede funcionar si no aceptamos a las personas como realmente son en su vida pública. Como seres humanos tendemos a querer cambiar a los demás y hacerlos a la manera que a nosotros nos parecen que deben ser.

Hay seres humanos que no tienen amigos, porque quieren que las personas con quienes se relacionan sean perfectas, pero, hasta donde se sabe, aún no nace la persona perfecta, solamente el ente perfecto es Dios.

Todos tenemos defectos. Muchos de nuestros defectos son productos de la herencia de nuestros padres y abuelos, la educación, el medio. Cuando una persona confía en nosotros y nos demuestra su afecto, debemos ver lo positivo que hay en ella y la oportunidad de enriquecernos aprendiendo de sus virtudes y aceptándola con sus defectos, que son muchos y con esas características nos convertimos en amigos íntimos y personas confiables.

CONCLUSIÓN:

El buen amigo no hace de menos al otro sino que lo hace sentir una mejor persona, es su compañero y un facilitador de sus muchas posibilidades. Un amigo sufre cuando tú sufres y se alegra cuando tú te alegras. No es envidioso, ni prepotente ni se aprovecha de ti. La amistad se basa en la mutua confianza, donde el objetivo es ayudar al otro consecuentemente así mismo. Con un amigo existen dos componentes importantes: confiar y compartir desde nuestros proyectos, problemas, inquietudes hasta los sueños y fracasos.

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