lunes, 7 de junio de 2010

SIDDHARTA


Por: Ana M. Velásquez
¿QUÉ ES LA VERDAD? ¿DÓNDE ESTÁ?

INTRODUCCIÓN:
Vivimos en un mundo en el que debemos contribuir porqué reine la Verdad ante todo, de lo contrario seriamos víctimas de juegos de Mentiras, el cual debemos evitar contra viento y marea, poniendo de manifiesto lo que significa la verdad para cada uno de nosotros y aplicarla en todo momento para dejar huella en el corazón de las demás personas con un excelente ejemplo.

DESARROLLO:
Existen varias teorías acerca de la Verdad y puntos clave para poder cumplirla a cabalidad sin ningún obstáculo que se interponga en nuestro camino. Existen diferentes clases de verdad por ejemplo:
a.) Verdad en el conocimiento y en su expresión; Compara la realidad con nuestro pensamiento y nuestras palabras.
b.) Verdad en la conciencia y en la acción; Se compara el modo de comportarse que los seres reclaman, con nuestro juicio moral y nuestras acciones.

La verdad la definimos como un juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
Todas las cosas que podemos ver, todo el mundo son verdades.
Hay diferentes tipos de verdades entre ellas están:

• Las subjetivas: Son aquellas con las cuales estamos más íntimamente familiarizados. Son verdades que tenemos cada una de las personas. Una persona puede decir que un comentario es verdad y otra persona puede decir que el mismo comentario es mentira.
• Las objetivas: Esta verdad es demostrable científicamente ya que es un hecho o fenómeno que ocurre independientemente de la existencia del ser humano. Son verdades comunes a todas las personas. Está claro que 1 + 1 = 2.

Por lo tanto, cada persona posee dos tipos de verdades, unas propias y otra comunes al resto del mundo. Debemos hacer buen uso de la Verdad, sabiendo que se define como calidad de lo que es cierto y conformidad de lo que se dice con la realidad. Si decimos la verdad no hay que preocuparnos de sus consecuencias, porqué nuestra verdad la debemos sostenerla ya que es parte indisoluble de nuestra propia conciencia. Cuando decimos la verdad, vivimos tranquilos y sin preocupaciones de que alguien pudiere aprovecharse de nuestros dichos, porque representan la realidad de lo que creo, siento, hago y espero de los demás. Sentir que digo la verdad me da suficiente fortaleza espiritual, para creerme digno e influir en las demás personas y generar su confianza, que se fortalece cuando verifican que mis palabras se compadecen con mis actos.
CONCLUSIÓN:
Es interesante, conocer diferentes definiciones, formas, tipos de verdad de distintos filósofos, como éstos realizan teorías sobre el tema, las cuales llegan a ser tan distintas entre sí, que se pueden llegar a comparar. Debemos decir y hablar siempre con la verdad aún por muy difícil que sea ó muy leve. Debemos pedirle fuerzas, voluntad a Jesús como cuando predicó y dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.” La verdad otorga y genera la confianza indispensable para amar sin reservas y entregarse plenamente.

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